Las 7 Bondades de la Maternidad: Por Qué Nos Cambia Y Nos Ayuda A Crecer
En los últimos años, mientras nos enfrentábamos a una pandemia que mantenía a la mayoría de la gente en casa, las madres desempeñaron un gran papel en crear normalidad, especialmente para los niños que ahora tenían que ir a la escuela desde casa.
Sin embargo, esto afectó a muchas madres trabajadoras. Por ejemplo, en 2021, el porcentaje de madres que trabajaban activamente en Estados Unidos se redujo en un 6,4% en comparación al año anterior.
Con tantos obstáculos a los que se enfrentan las madres, tener hijos puede parecer desalentador, por lo que es importante recordar las increíbles bondades de la maternidad que podemos experimentar. Independientemente de su edad, los niños suponen un reto para la madre a medida que crecen, experimentan y aprenden, lo que aporta una inmensa alegría y conexión, y a veces agravamiento y lágrimas.
Asumir el papel de nutrir y alimentar una vida humana hasta convertirla en una hermosa existencia da a las madres un enorme propósito y les permite tener un gran impacto.
7 Bondades de la Maternidad
Hay tantas razones valiosas por las que convertirse en madre inspira y amplía el significado de la vida de una mujer...
Una Madre Conoce la Auténtica Abnegación
Esas primeras noches de insomnio enseñan a las nuevas madres una de las mayores lecciones que pueden llevar al mundo: vivir con verdadero desinterés. El llanto de un bebé que necesita leche o un pañal limpio es una súplica de supervivencia. Una madre conoce los dolores que produce atender las necesidades vitales de su bebé y, naturalmente, se las proporciona.
Así como las velas de cumpleaños abarrotan una pastel cada año, la presencia y guía de una madre ocupa el mismo espacio. Nuestros hijos acuden a nosotras para que les demos consejos, para que les curamos el dolor y, sí, a veces para que les demos dinero. A través de la maternidad, reconocemos la facilidad con la que nos entregamos a nosotros mismos para que nuestros hijos sean felices.
Si nos tomamos el tiempo necesario para reconocer la abnegación que nos proporciona la maternidad, somos capaces de empatizar y ofrecer compasión a aquellos que van más allá incluso de nuestros bebés.
Una Madre Guarda un Vínculo Especial con su Hijo
Ya sea que busquemos un alma gemela, un mejor amigo o un compañero divino, es posible que no nos demos cuenta de la conexión más grande que podemos experimentar hasta que recibimos las bondades de la maternidad. El vínculo entre madre e hijo no puede replicarse: no hay dos personas que puedan unirse de la misma manera que el vientre materno une a una madre con su bebé.
Aunque la maternidad te haya llegado por otros medios, el amor y el consuelo que das desinteresadamente genera confianza en el niño que crías. Al ser un refugio para tus hijos, ellos te ven como una fortaleza de protección que nadie más puede ofrecerles.
Las Madres Han De Encontrar Una Gran Fortaleza Para Sus Hijos
De todas las maneras en que damos a nuestros hijos como madres, a veces no nos damos cuenta de cómo la maternidad transforma a las mujeres con fuerzas resistentes e imparables. Las madres pueden ejemplificar el temple y la calma ante las dificultades para ayudar a sus hijos a salir adelante con facilidad.
La fuerza interior que acumulamos para amar y proveer siempre a nuestros hijos es una de las mayores bondades de la maternidad. Las madres descubren lo mucho que pueden manejar y superar por las necesidades de sus hijos.
Crecemos Como Personas Cuando Cultivamos Y Guiamos A Otro
Esta bendición se extiende más allá de la maternidad a cualquier relación, pero la dependencia de un niño de una madre ilumina lo gratificante que es el proceso de cuidar a otra persona. Como padres, si priorizamos la aceptación y el amor en la forma de relacionarnos con nuestros hijos, expandimos nuestra propia consciencia en el proceso.
Uno de los principios clave de la maternidad consiste en amar a nuestros hijos sin juzgarlos. Cuanto más los aceptamos incondicionalmente, ganamos fuerza y fortaleza para reconocer cuando los demás luchan a nuestro alrededor, y nos disponemos a guiar y apoyar a los demás también.
Ver Crecer a tu Hijo es una Gran Fuente de Alegría
Puede que muchas madres cuenten en broma las arrugas y las canas de los años de preocupación por sus hijos como una maldición de la maternidad. Sin embargo, está lejos de serlo. En cierto modo, las bondades de la maternidad son la fuente de la juventud.
No, tener hijos no hace retroceder el reloj, pero ver crecer a un niño y descubrir sus inicios en el mundo es una oportunidad de revivir la alegría de la inocencia y la infancia. Las madres pueden ser testigos del gozo y la inspiración pura que surge en un niño cuando ve una mariposa, prueba un helado o reconoce las estrellas.
Es algo que todos experimentamos de pequeños, pero probablemente no lo recordamos. Como madres, podemos percibir cómo es ese sentimiento cuando le sucede a nuestro hijo.
La Maternidad Nos Enseña El Amor Incondicional
Como hemos dicho antes, la mejor forma de nutrir y guiar a una persona es mediante la aceptación y no el juicio. Así es como las madres llegan a conocer el amor incondicional.
Aunque hayamos creado a nuestros adorados hijos con nuestro propio cuerpo, no podemos controlar las decisiones y direcciones que tomarán. Al guiarlos, esperamos que tomen decisiones inteligentes, pero también sabemos que los humanos cometen errores.
Las madres no dudan en invitar a sus hijos a volver con amor incondicional cuando hacen algo mal. Esto les enseña a nuestros hijos a ser personas abiertas y honestas en el mundo.
El Papel de "Madre" Es Para Siempre
No podemos saber lo que nos espera en esta vida, pero si nos aferramos a la conexión que establecemos con nuestros hijos, nuestra labor de madre nunca terminará. Las bondades de la maternidad generan un nudo infinito, de modo que aunque pasemos a otro reino del universo, las huellas que hemos dejado en nuestros hijos perduran.
Las lecciones que compartimos con nuestros hijos continúan eternamente en su mente y su espíritu, una parte del ethos universal de la feminidad nutritiva que todo ser necesita aprovechar para la verdadera alegría de la existencia.
Reflexiones Finales
Aunque nos hemos detenido en siete bondades de la maternidad, la lista podría seguir y seguir. Cada día de la maternidad marca un nuevo camino de aventuras en nuestras vidas.
Sin duda, la maternidad pone pruebas y obstáculos en el camino que debemos aprender a afrontar y superar. Cuando lo hacemos con amor y comprensión hacia nuestros hijos, nos hacemos más fuertes en nuestro impulso espiritual para proveer y nutrir a los humanos en formación en los que se están convirtiendo.